Un año más, la Hermandad de la Virgen de la Estrella ha montado en su capilla del Arrabal toledano el tradicional nacimiento que recrea algunas de las escenas más representativas del misterio del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.

Una tradición, la de la Hermandad de la Estrella, que se ha convertido ya en la cita obligatoria en la Navidad de Toledo. Fue en 1992 cuando bajo el mandato de Nuestro Hermano Mayor, D. Juan de Ancos, Mariano Guerrero tomó las riendas de la dirección artistica del montaje anual que da comienzos a principios de otoño. En el liderazgo del nutrido grupo de colaboradores, tomó relevo Rodrigo Navarro hace casi una década, y ha estampado su sello personal en cada uno de los Belenes realizados desde entonces.

Junto a ellos, Ángel Miguel, Carlos Otero, Guillermo Sánchez, o Juan Carlos Escribano son algunos de los miembros del equipo que, cada año, durante una larga época del año dedican su tiempo a esta tradición tan nuestra. No podemos olvidar ni dejar de mencionar a José Villamor, nuestro hortelano particular que con mimo y tesón prepara la tradicional huerta que nunca falta en el nacimiento de la Estrella.

Este año 2023, Castilla y Consuegra se unen en lo que hemos venido a denominar «Castilla y La Mancha». En primer lugar el imponente Alcázar de Segovia, uno de los castillos medievales más famosos del mundo y en el que han tenido lugar  algunos de los momentos más destacados de la historia de España, entre estos se incluyen la firma de la Concordia de Segovia, que estableció las bases para la formación de la nación española; Isabel la Católica, una de las monarcas más influyentes de la historia, salió del Alcázar de Segovia para ser proclamada reina de Castilla. Además, el Alcázar fue el escenario de la última reunión entre Cristóbal Colón y el rey Fernando el Católico antes de que el descubridor falleciera en 1506 en Valladolid​.

Su imponente perfil se levanta, majestuoso, sobre el valle del Eresma y es símbolo de la Ciudad vieja de Segovia, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco en 1985.

En segundo término, el Cerro Calderico y el Castillo de Consuegra con los tradicionales molinos de la localidad manchega. Este universal rincón de la provincia de Toledo es el lugar más visitado de la misma y uno de los cinco de Castilla-La Mancha, lo que le convierten, para muchos en la estampa más reconocible de nuestra región. Este año protagoniza el Belén de la Hermandad, siendo los famosos molinos quijotescos la postal que seguro quedará para el recuerdo de todos los que lo visitéis durante esta Navidad.

El belén, que está conformado por más de 300 figuras de barro lienzado, recoge las estampas cotidianas que hacen las delicias de mayores y pequeños. Herreros, tenderos, los pastores con sus rebaños, agricultores vareando… una para obligada en la Navidad de Toledo desde 1992.