Pasadas las 7 de la tarde, se vislumbraba por el ábside de Santiago, el nutrido grupo de caballistas que hacían de pregoneros de lo que estaba por acontecer: el histórico encuentro entre las Hermandades del Rocío y su querido Simpecado y la Hermandad de la Estrella.

Casi al mismo tiempo, y por Alfonso VI se acercaban a la puerta de la Ermita de la Estrella el Coro de la Hermandad del Rocío para ocupar su lugar en el encuentro.

Miles de romeros, bajo el repique de la campana de la Ermita comenzaron a abarrotar el Real del Arrabal acompañando al Simpecado, que sobre su carreta, al llegar a la altura de la puerta de la Capilla, que permanecía abierta de para en par, se giró para enfrentar a la Blanca Paloma y a la Reina del Arrabal.

El Hermano Mayor, Daniel Torres, junto con la Camarera Mayor, Angelines García Cardeñosa, presidieron la representación de nuestra corporación, que recibieron a Adolfo del Cerro, presidente de la Hermandad filial, y toda su Junta de Gobierno. Distintas autoridades, como la Alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, formaban parte también de la comitiva que fue testigo de este histórico momento para ambas hermandades.

El Coro de la Hermandad del Rocío entonó la Salve en honor de la Santísima Virgen y una sevillana, que concluyó con los «vivas» a las Hermandades entre los aplausos y emoción de todos los presentes.

Tras el intercambio de los ramos de flores, la Hermandad del Rocío prosiguió ser camino hacia las huertas de Safont, con la firme intención de que este momento de confraternización, se convierta en una cita anual permanente entre las dos Hermandades.